Bueno ¿Qué? ¿Cómo te fue con eso de sacudirte ciertos tabúes? Espero que de arriesgarte a probar... las cosas te marchasen muy bien... sobre todo porque este pequeño viaje que iniciamos algunas semanas... concluye en parte en la reflexión de hoy.... Si fuimos capaces de seguir una a una las recomendaciones que os fui sugiriendo en cada paso... podríamos decir que nos encontramos listos para llegar a meta. Que es lo mismo que decir, que estamos listos para el "resultado" o el "rebotado". Por eso antes te decía que esperaba que todo hubiese marchado muy bien. Más que nada por la "rabia" que da estar acariciando con los dedos la meta ansiada y por haber descuidado algún detalle, vernos de pronto en la casilla de salida otra vez. "Rebotes", que si lo observas, con mucha frecuencia suelen cruzarse en nuestro camino.
Para que esto no nos ocurra, es vital que antes de disponernos a atravesar la línea de meta que nos hemos marcado, nos detengamos a hacernos tres sencillas preguntas: ¿Hemos logrado de verdad filtrar todo eso que vimos que nos hacia obstáculo en el camino? ¿Qué es eso que vimos que debíamos filtrar pero aún no nos atrevimos a hacerlo? ¿Qué fue lo que cambio en mí para ahora encontrarme en una posición tan alejada de la que me encontraba cuando comencé?... en síntesis... ¿Estoy de verdad preparado para recibir mi resultado?
Y aunque pueda parecer una perdida de tiempo pararse a hacer esto, déjame decirte algo más, muchas personas aún habiendo recorrido las diferentes etapas del camino de una forma impecable... rebotan por una razón que pasa inadvertida con mucha facilidad... no se encontraban en la disposición de abrirse al cambio, no estaban listos para recibir y acoger lo nuevo. Tan acostumbrados estamos a mirar hacia atrás que es relativamente sencillo aprender a desprenderse de lo que nos molesta, pero... ¿Y cuando hay que mirar hacia delante? ¿Somos tan hábiles a la hora de abrirnos a algo que por no haberse vivido aún desconocemos como será?...
Te pongo un sencillo ejemplo para explicarme mejor... Si tu meta era por ejemplo desapegarte de una pareja que te causó un gran sufrimiento por circunstancias "X"... pongamos que trabajaste a fondo en ti para salirte de esa relación y gracias a los pasos que diste... te encuentras libre para iniciar una nueva... ¿Estas seguro de que tu motivación iba más allá de la escapar de esa primera que tanto daño te causo? ¿Qué querías cerrar un ciclo solo o aprender mientras lo cerrabas a iniciar otro en el que solo hubiese cabida para relaciones sanas? ¿Estas seguro que de aparecer alguien nuevo en el horizonte, no queda nada en ti que pueda activarse y te dieran ganas de seguir escapando por miedo a volver a vivir lo mismo? Si te ocurriera sin duda habrías aprendido a cerrar ciclos, pero quizá aún no estuvieses preparado para abrirte al nuevo. Y si pese a no estarlo, te arriesgas, habrás echado por tierra todo el trabajo que hiciste para llegar hasta ahí. Volverás a vivir lo mismo hasta que aprendas a corregirlo.
Cuando te encuentres en ese punto crucial, mi recomendación es que comprendas que el viaje que iniciaste llegó a destino pero no a su fin. Es decir, ya cerraste una etapa, ahora vuelve a trabajar en todo lo que te hace obstáculo en la apertura al ciclo que vas a iniciar. Los pasos ya los conoces. Por eso mismo que los conoces, en próximas publicaciones te daré nuevas pinceladas para que a la hora de aplicarlos les saques el mayor partido. Buen día.
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