¿Te has detenido alguna vez a pensar en todas aquellas promesas que te hiciste o le hiciste a un otro y que con el paso del tiempo quedaron sepultadas en el olvido? ¡Cuántas promesas dejamos sin cumplir a poco que cambien lo más mínimo las circunstancias! ¿Verdad? ¿Por qué le damos tan poca importancia al valor de la palabra que damos o nos damos? ¿Quizá porque ésta sea una condición de nuestra parte más humana que se ha popularizado hasta el extremo que no le otorgamos el valor que merece? Por eso hoy me gustaría reflexionar contigo sobre esta cuestión.
Si fuésemos conscientes, como traté de hacerte ver en post anteriores, del papel tan decisivo que juegan nuestras palabras -las que nos decimos y las que decimos- en nuestros procesos de sanación... Muy probablemente "Otro gallo cantaría"... Si lo recuerdas, nuestro verbo, es el último eslabón de una larga cadena que focalizará nuestra energía hacia un objetivo concreto que comenzó a tomar forma con un lejano pensamiento en nuestra mente. Pero no solo eso... Ser coherente con la palabra dada... Es el mecanismo que el universo emplea para medir tu nivel de compromiso con tu objetivo... Y lo que es más importante aún, es la forma que tiene de medir tu nivel de credibilidad a la hora de poner su energía en ti, apoyándote o no, en dicho objetivo. Por esta razón cada vez que incumples una de tus promesas, podrás engañarte a ti mismo o a los demás, pero nunca al universo. - Recuerda que su lenguaje es la vibración, y faltando a tu palabra dada, estarás vibrando en engaño - Si posteriormente las circunstancias por las que requieres de su ayuda, no cambian a tu favor, simplemente porque las que si que cambiaron fueron las que tuvieron que ver con el valor que le diste a tu promesa... Ya sabes porque fue.
He querido compartir contigo esta reflexión, quizá porque cuando atravesaba en el pasado el punto más oscuro de "Mi noche del alma" ... De las muchas promesas que formulé, hubo una que se la expresé a un ser al que yo amaba profundamente minutos antes de verlo partir... Para que esta alma desencarnase en paz le prometí que cuando mis circunstancias cambiasen... Ya que por aquel entonces eran muy desfavorables, me vería desde el lugar en el que se encontrase.... Recuperada de todo lo vivido, libre y en paz de de nuevo... Totalmente empoderada dando pasos firmes para restablecer un equilibrio que me había sido arrebatado mientras no supe cómo reaccionar a cada estocada emocional que recibía. Y si bien porque pude ganarme la confianza del universo demostrándole mi credibilidad.. La vida me apoyó en mis objetivos... La hora de la verdad me llegará en los próximos días... El universo me ha brindado la oportunidad de cumplir la promesa que le hice a este Ser.... Os lo comparto porque lo estoy viviendo como un regalo que me hace para que pueda "Saldar esta deuda" contraída desde los lazos de amor que nos unían. Mis circunstancias cambiaron y mucho Sí, pero No el valor de la promesa que le hice a este Ser. De sobra se que lo sabes... pero ... Allá dónde estés, ten la certeza de que cuando salgamos al aire y comience la entrevista que voy a conceder... Esto que voy a hacer... Lo haré por ti"..
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