Mostrarte que nuestro cerebro es una cajita de sorpresas en lo concerniente a su engranaje interno es el objetivo de la reflexión de hoy. Hace algunos días te comenté la importancia del autoconocimiento, hoy verás una muestra de ello y por qué era esencial que conocieses entre otras muchas cosas como se las gasta tu sustancia gris cuando quiere ponerte las cosas un pelín complicadas. La curiosidad que voy a compartirte, en qué consiste el efecto Zeigarnik, te ayudará a comprender porqué en muchas ocasiones te cuesta tanto dejar atrás algunas relaciones y te pasas el día buscando el porqué quedaron las cosas de ese modo.
la psicóloga a la que este efecto debe su nombre, descubrió que para el cerebro humano era altamente desagradable convivir con la sensación de enfrentarse a una tarea inacabada, es decir, toda aquella tarea-léase en este contexto relación - que no fuese etiquetada por el cerebro como "Concluida" permanecería activa en la memoria recurrentemente hasta que se completase. Se recordaría constantemente y con mucha nitidez hasta que quedase resuelta. Esta es una de las razones por las que en muchas ocasiones nos cuesta tanto pasar página... Sobre todo, si nos hemos sentido abandonados dentro de una relación en la que se despidieron de nosotros al estilo Ghosting, o lo que es lo mismo, sin despidida alguna y sin recibir ningún tipo de explicación. Lo cual suele dejarnos con una gran duda, mientras nos preguntamos una y otra vez qué se hizo mal o qué fue lo que falló, sin poder dar respuesta a ninguna de esas preguntas porque nos falta información -Para el cerebro queda pendiente la explicación -
Y si bien no podemos controlar lo que un otro hace con nosotros cuando decide "Poner pies en polvorosa sin decir ni mú"... Algo que por otra parte, muchos narcisistas a los que les gusta dejar un reguero de víctimas suspirando por ellos a su paso, han convertido en una práctica muy popular, si que está en tu mano tener esto que te acabo de comentar en consideración para ayudar a tu cerebro a que se relaje dándole lo que quiere, un cierre. Por fortuna son muchas las estrategias a las que puedes recurrir para cerrar el ciclo por tu parte, algo tan simple como una sencilla "Carta de duelo", puede resultar altamente liberador. El punto es, con independencia de la estrategia a la que recurras, que hagas algo para salirte de ese bucle ahora que ya sabes a que se debe. Si lo haces, lo mismo hasta llegas a sorprenderte descubriendo que esa relación por la que tanto sufrías, no era tan importante como creías una vez lograste pasar página. ¿Te imaginas la cara que se le podría quedar al narcisista en cuestión cuando descubra que ya no tiene ningún poder sobre ti? Bromas a parte... De esto van estas reflexiones siempre, que mientras aprendes a sanar tus heridas recuperes tu poder innato. ¡No se lo sigas cediendo a nadie! ¡Ni al pillín de tu cerebro! Feliz día.
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