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El caos de la idea

Cuando tomamos en firme la decisión de revisar nuestro marco de creencias para sanar algún aspecto de nosotros, caeremos en la cuenta de la necesidad de definir cuales son las ideas que tenemos alojadas en nuestra mente, ya que todas las cosas que conforman nuestra realidad comenzaron siempre siendo una mera idea, o lo que es lo mismo, comenzaron siendo un constructo mental- imagen, de "algo" que posteriormente tomaría forma en el plano físico. Es por ello que para ir al origen en dicha revisión-sanación, las ideas que albergamos serán el punto de partida.


El punto es que muchas de estas ideas o imágenes mentales, sin entrar hoy en porqué estas alojadas ahí o en quién- qué las colocó, escapan a el análisis que realizamos desde nuestro "Consciente", simplemente porque se esconden a un nivel muy profundo de nuestro "Inconsciente"... y si no sabemos que hay algo escondido difícilmente podremos poner luz sobre ello para sanarlo.


Por otra parte cuando revisamos nuestras creencias tratando de hacerlas conscientes, caemos con frecuencia en la trampa de creer que tenemos una imagen clara de las ideas que estamos confrontando, cuando en realidad la mayor parte de las veces no es así... algo de lo que te darías cuenta si realizases el simple ejercicio de definir de forma concreta cualquier idea que te venga a la mente ahora mismo, porque una cosa es pensar que tenemos claro el concepto de "algo" en nuestra mente y otra muy distinta es ponerle a ese "algo" palabras que lo definan de forma clara y concisa para sacarlo de la mente y así observar qué es lo que se esconde en verdad detrás de la definición que hemos dado.


Un introspección eficaz a este nivel, requiere que caigamos en la cuenta del caos que en muchas ocasiones se ha instalado en nuestras ideas, caos que solo podremos ordenar si vamos más allá de la imagen usando como vía el lenguaje, para que éste por medio de las palabras, nos ayude a desocultar las dialécticas inconscientes que mantienen activo dicho caos. Si lo haces así pronto te darás cuenta de cómo las palabras permiten a las ideas concretarse y despejaras el camino para que la verdadera raíz de los conflictos que te preocupan, emerjan, lo que facilitará su posterior sanación.








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