Para que puedas manejarte mejor con la lógica Pearciana, tal y como te comenté en mi publicación anterior, voy a describirte como sería la vida de D. Posible. Las personas que se quedan atrapadas en lo que dentro de sus vidas es posible, son aquellas que se pasan los días haciendo siempre lo mismo, a las mismas horas, siempre igual, siguiendo el mismo patrón de actuación que todas las demás. ¿Y por qué lo hacen? Pues porque eso es lo que les han dicho que se puede hacer en la vida. Ahí es dónde comienza el límite de sus yos.
Todos sus días comienzan a ser iguales, todo idéntico y en todos lo mismo. Ninguna inició su vida, pero todas creen estar viviendo y lo que es aún más significativo: todas creen que eso que hacen de manera casi automática fueron ellas las que lo eligieron. Creen que comportándose así alcanzaran el poder, porque están siguiendo el guion que las llevará a lograr todas las metas que se han estipulado como posibles, sin reparar en que sus historias quedarán en punto muerto una vez lleguen a dichas metas. Cuando crean que lo han conseguido, se detendrán y dejaran de avanzar porque ya llegaron al objetivo. Sin darse cuenta quedaron atrapadas en el rebaño.
Si lo observas esta es la razón por la que muchas personas en torno a los 40-45 años de vida entran en lo que se conoce como “Crisis de la mediana edad”. Con un poco de suerte objetivos clásicos para la lógica propia de este cuadrante como: estudiar, encontrar un trabajo, comprar una casa y constituir una familia ya se habrán consolidado, por lo que ¿Desde aquí como pasar el resto de mis días si cesó de escribirse mi guion? ¿Hacia dónde me sigo dirigiendo si no hay nada más escrito en él? ¿Cómo es que habiéndolo alcanzado "todo", sólo siento un gran vacío interior?
Y digo con un poco de suerte, porque no siempre seguir esta lógica lineal nos asegura el éxito -Recuerda que el tiempo además de lineal es circular -. Podría pasar por ejemplo que cuando creen que están seguras en un empleo que consiguieron de pronto lo pierdan y vuelta a empezar, o que esa pareja con la que formaron una familia se rompa y adiós familia. Pero sea cual fuese la suerte que corrieran, una cosa es segura, de encontrarse tropiezos por el camino que las abocasen a volver a la casilla de salida, nunca irían más allá de lo permitido, nunca adoptarían el rol de Pastor. Como mucho lograrían encontrar otro empleo o conformar una nueva familia con otra pareja, en los ejemplos que te he citado, pero poco más. Algo que dicho sea de paso requerirá de mucho tiempo y esfuerzo para al final mostrarnos, en demasiadas ocasiones, que aquello por lo que tanto nos afanamos, cuando lo tenemos, puede sumirnos en una crisis existencial. Aquí lo dejo, de ti depende ahora, si te animas a hacer introspección, sacar tus propias conclusiones.
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